Menu Principal
Un pavimento robusto, natural y con carácter.
Los suelos de linóleo están experimentando un renacimiento, la demanda de este auténtico clásico del diseño es mayor que nunca. No es de extrañar: el linóleo es un pavimento atractivo con muy variadas aplicaciones. El suelo de linóleo HARO ofrece calidad, diseño y una amplia gama de colores.
Al azar debe su nacimiento
El linóleo debe su descubrimiento al azar: el inventor británico y empresario Frederick Walton estaba buscando en realidad un color de secado rápido para floorcloth, es decir hules encerados que servían para proteger la alfombra. Entonces descubrió en la lata de pintura una capa firme gomosa de aceite de linaza oxidado. Esto despertó su interés.
Siguió experimentando, mezcló aceite de linaza con tiza, harina de madera y resina, y después aplicó todo en tejido de yute. Esto significó el nacimiento del linóleo. Su nombre refleja la historia de su invención: aceite de linaza significa en latín oleum lini.
De lo mejor que ofrece la naturaleza
El linóleo se produce siguiendo una fórmula que se ha conservado prácticamente inalterada desde hace casi 150 años: de aceite de linaza, resinas, harina de madera, de corcho y de caliza y los pigmentos colorantes deseados se mezcla una masa que es extendida sobre tejido de yute usando rodillos de acero. Después de las denominadas calandrias (de la palabra francesa calandre que significa rodillo), las bandas de linóleo aún sin cortar se introducen en gigantescas cámaras de acondicionamiento. Por medio de un tratamiento térmico de varias semanas de duración, aquí reciben la necesaria solidez. Con más de 15 metros de altura, en estas naves hay sitio para albergar unos 20.000 metros de linóleo a la vez. Las bandas simples son colgadas con una longitud de hasta 30 metros.
Renacimiento de un clásico
Todavía en los años cincuenta, aparte de realizar la limpieza normal era necesario encerar el linóleo para proteger la superficie. Por este motivo para el PVC, que era más económico y fácil de cuidar, no fue difícil conquistar el mercado en la postguerra y suplantar al linóleo en su hegemonía sobre los pavimentos. Actualmente, justo después del acondicionamiento se aplica una capa protectora sobre la superficie. Ésta sella el linóleo y lo hace resistente contra la suciedad inmediatamente.